Presentado por la arquitecta español Lucía Barrantes ante la Universidad Europea, el PFC Constelación de Santuarios Agnósticos consiste en siete intervenciones arquitectónicas en Madrid, que generan lugares para la reflexión en torno a la duda existencial, al margen de cualquier tipo de religión.
Con un hilo argumental que traza la constelación partiendo del Sol en su movimiento infinito, pasa por su papel trascendental para la vida en la Tierra, y termina con su desaparición en la oscuridad del vacío y de la muerte. "En una sociedad donde cada cosa que hacemos tiene un espacio asociado, se produce una situación de desamparo espacial de la duda, del pensamiento, del vacío existencial de aquellas personas que no profesan una fe [...] el número de personas que no profesan ninguna fe carece de un espacio apropiado y específicamente diseñado para su duda", argumenta Barrantes.
Conoce este proyecto después del salto.
Según la arquitecta: “Constelación de Santuarios Agnósticos de Madrid” es un proyecto fin de carrera desarrollado como una profundización en torno a la necesidad de espacios de reflexión existencial hoy en día, al margen de cualquier tipo de religión. Consiste en siete intervenciones trazadas en base a un hilo argumental que parte del Sol en su movimiento infinito, pasa por su papel trascendental para la vida en la Tierra, y termina con su desaparición en la oscuridad del vacío y de la muerte.
En una sociedad donde cada cosa que hacemos tiene un espacio asociado, se produce una situación de desamparo espacial de la duda, del pensamiento, del vacío existencial de aquellas personas que no profesan una Fe. Históricamente, la necesidad espiritual y el cuestionamiento de la existencia se han ubicado en los templos religiosos. No obstante, actualmente en el mundo, el número de personas que no profesan ninguna Fe es equivalente al de católicos. Y este enorme colectivo en aumento (agnósticos, ateos, librepensadores, etc) carece de un espacio apropiado y específicamente diseñado para su duda.
Cuando el ser humano no tiene a qué referirse, mira a su entorno. Mira al cielo, y a las estrellas, y al Universo. Más aún, trata de ordenarlo, de mapearlo para poder situarse él mismo en un cosmos de incertidumbre y vacío existencial. Traza líneas imaginarias en el firmamento, construye constelaciones. Esta es la ambición de este proyecto: generar un grupo de intervenciones que, a modo de primer acercamiento a la carencia constatada, ayuden a encontrarse a nivel espiritual, o más bien, reflexivo, del sujeto en el entorno.